Todo el mundo dice "si no me hiciera ilusiones, sería más feliz". Y yo como una tonta me lo creí. Pero nadie me dijo que cuando consiguiera perder la ilusión de que algo bueno podría pasar para no decepcionarme si no ocurriera, llegaría a hacer que nunca me ilusionara por nada. Era como si todos mis sentimientos se hubieran congelado, ya nada me importaba. Lo que hizo que nada me hiciera feliz.
Y aquí estoy, en busca de esa estúpida ilusión, en busca de la felicidad. Quiero volver a ser la que era antes, una chica inocente que se reía por todo, siempre tenía una sonrisa en su cara. Ahora, finjo sonrisas.
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