Jennifer Lawrence contó a la revista Vanity Fair una anécdota. Jennifer llegó de su entrenamiento con el arco
y escuchó ruidos y hombres en su casa. Entonces pensó "no les voy a dejar
que me roben". Así que cogió el arco de su coche y las flechas. Les buscó
y subió unas escaleras. Se dio cuenta de que las puertas del
patio estaban abiertas y había unos hombres trabajando. Así que se quedo en
frente de ellos con el arco y las flechas y ella diciendo "Hola, ¿Que
tal?". Jennifer debió de pasar vergüenza ante esa situación.
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